President con gen fosforescente

Es fácil entrar al trapo de las declaraciones de la sra.Marta Ferrusola consorte del expresident Pujol y yo he sucumbido.

La sra. Ferrusola ha hecho una entrevista concedida a Lo nuestro, revista del Grupo Teletaxi (así lo pública el diario El Periodico de Catalunya) donde el entrevistador le pregunta:

-¿Le molesta que el presidente de la Generalitat sea andaluz?
-Un andaluz que tiene el nombre en castellano, sí, mucho. Y, además, pienso que el presidente de la Generalitat ha de hablar bien el catalán. Responde ella.

La respuesta no tiene desperdicio. Ni posible equivoco. El discurso nacionalista oficial es uno. El discurso interno, el de los sentimientos en la intimidad, es otro. Catalunya debe ser gobernada única y exclusivamente por catalanes “de debó”. Los emigrantes de otras regiones de España estarían excluidos. Y sus hijos y cualquiera con rango de charnego. No vamos a pararnos a hablar de las posibilidades de los nuevos inmigrantes.

Los nacionalistas ya se miran muy mucho de cometer semejante torpeza, pero la Sra Ferrusola de tanto en tanto se permite algún desliz. Ya los ha habido en otras ocasiones. Pero está bien saber cual es el pensamiento real. El subconsciente no miente.

El marido, el expresident Pujol, ya ha salido a la palestra para matizar, cuando no objetar, las declaraciones maritales y pronto lo harán otros preclaros dirigentes nacionalistas. Dirigentes del PSC ya han valorado -"Hay afirmaciones que no merecen comentarios"- las declaraciones, imagino que no sin una brizna de desencanto.

Por mi parte sugiero que en el futuro, cuando las técnicas genéticas estén mucho mas avanzadas, a los nacionalistas catalanes ”d’arrel” se les implante un gen fosforescente en su genoma. De esta manera no habrá confusión posible. La raza brillará por encima de todo y sus integrantes podrán moverse por calles y caminos con la cara bien alta orgullosos de su estirpe sabedores que solo ellos pueden ser President.

Claro que a saber que genes hacen a un catalán, catalán de veras y si se aceptará o no alguna mezcolanza aunque sea pequeña. Ya se sabe, por lo del purismo y no vaya a ser que nos cuelen algún Montil•la (con l geminada) de amagado.

Si siguiéramos a pies juntillas el criterio nacionalista, cada día que pasa se haría más difícil encontrar candidatos a la Generalitat de Catalunya, al menos válidos para el cargo, a no ser que consideremos que llevar el gen fosforescente sea suficiente.

Esto los acabaría convirtiendo en un reducto elitista sobretodo si el dicho gen fuese puñetero y no se iluminase al menor atisbo de contaminación.

¿Serian fosforescentes los Pujol y Maragall?
¡Pues va a ser que no!

Adiós a la catalanidad.