Ratzinger y el Condón

Ratzinger detesta el condón como método de anticoncepción y lo rechaza como sistema para prevenir el contagio del SIDA.

Estos días pasados en su viaje a Africa ha criticado a aquellos que utilizan el preservativo sin importarle el indiscutido valor de su uso para disminuir el progresivo contagio del virus del SIDA convertido en pandemia en esas regiones.

Ratzinger es coherente con su doctrina. Solo se han de tener relaciones sexuales dentro del matrimonio y con finalidad de procreación. Nada nuevo. Solo que elude la realidad. Propone la abstinencia y la oración.

“ El sida no se combate con la distribución de ese protector del contagio, que, al contrario, "aumenta el problema"

Son declaraciones que llenan de estupor y tribulación. Por ello la mayoría de los gobiernos occidentales han tachado el discurso de profundamente irresponsable y lo han calificado de insoportablemente cínico y peligroso para la salud del continente africano.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 22,5 millones de subsaharianos están infectados por el VIH, cifra que supone el 68% del total. En 2007 se infectaron por el VIH 2,7 millones de personas, de las que un 45% son jóvenes entre 15 y 24 años. En la inmensa mayoría de estos casos, se trata de transmisiones por vía sexual.
Nadie, salvo la Iglesia católica, es capaz hoy en día de negar la eficacia del uso del preservativo para prevenir la transmisión del virus del sida.

Por ello el mensaje del Pontífice es especialmente irritante si se tiene en cuenta el esfuerzo que realizan los Gobiernos locales y los organismos multinacionales para frenar la expansión del virus sobretodo teniendo en cuenta que entre sus principales recomendaciones está el uso del preservativo.

Ratzinger y la Curia siguen dando la espalda a los problemas de la sociedad. Por ello no es de extrañar que la Iglesia pierda fieles cada día sobretodo en occidente.
Produce, por otro lado, sonrojo oír a algún experto en temas del Vaticano comentar como de suma relevancia y de avance en la postura del Papa el hecho de que haya mencionado por vez primera la palabra "preservativo".

Después de todos los combates casi siempre a contracorriente que mantiene el Vaticano en temas como la homosexualidad, el aborto, la eutanasia cabe preguntarse si la Iglesia, después de veinte siglos, subsistirá a su anclaje en el pasado.